"Si un político piensa trabajar en contra de la inmigración, está diciendo que trabajará en contra del propio chileno"

Por: Wilson Charry para ChileAjeno

Combatir la barrera del idioma, el estigma de su país y no poder ejercer sus profesiones convierten a la comunidad haitiana en una población muy vulnerable en el país. Hablamos con un haitiano nacido en la ciudad de Gonaives; quién nos recibió en su departamento para hablar de política, de su experiencia y la de sus coterráneos en Chile.

"Hoy día si un político piensa que se puede trabajar en contra de la inmigración, está diciendo que va a trabajar en contra del propio chileno, porque muchos de los chilenos vienen de inmigrantes, o sino miren los distintos apellidos”

Lo primero que se nota al cruzar la puerta de su pequeño departamento en el centro de Santiago es la bandera de su país, colgada en la pared y exhibida con orgullo. Quiere cambiarse de este lugar, donde vive con su esposa, su prima y su cuñada, pero le ha costado muchos conseguir un nuevo sitio, ya que cuando le escuchan su español un poco enredado se le complica aún más la situación.

“A veces llamo y la gente escucha mi voz de extranjero y me dicen que ya está ocupado o a veces me dicen directamente que no se arrienda a extranjeros“, nos cuenta el estudiante de Ciencias Políticas, Adneau Desinord.

De alguna manera Adneau, que tiene 28 años, ya está acostumbrado; la vida para él en Chile no ha sido fácil. Llegar en el año 2009 con $ 2.000 en el bolsillo a un país con otro idioma, ser víctima de delincuentes y cargar el peso de la discriminación a diario por nacer en un país mal llamado “pobre”, hace que no pueda ser de otra forma.

Dos experiencias recuerda con más sentimientos; dos cosas muy difíciles para él: una cuando cayó preso en una requisa de Carabineros, donde le encontraron su herramienta de trabajo, un cuchillo para cortar las cabezas de repollo en el mercado. La otra, cuando delincuentes lo intentaron asaltar y le dispararon en la mano.

“Cuando uno no está en su país hay que acomodarse a las cosas que aparecen en el camino. En un principio estas cosas me hicieron sentir mal, pero en este momento no porque tengo una cabeza muy alta. El camino no es fácil hay que cruzar muchos pasos difíciles y entre ellos son estas cosas. Lo considero como un aprendizaje para mi vida que me ayudarán a entender a algunas personas que estarán en mi país en el futuro” - dice convencido este inmigrante haitiano.

Chile no era el país que estaba en sus planes. Su meta final era Francia donde estudiaría Ciencias Políticas, pero el destino lo hizo desviarse llegando a Chile desde Quito, Ecuador, por vía terrestre; experiencia tan desagradable que no le gustaría experimentar de nuevo. “Es una dura experiencia para mí que no quiero hacer nunca más en mi vida”, asegura.

Su arraigo en esta tierra fue creciendo. Con ayuda de la fundación Andrónico Lucsikpudo ingresar a estudiar lo que quería: Ciencias Políticas. Actualmente cursa su segundo año en la Universidad Alberto Hurtado y tiene una hija chilena de casi 3 años.

Adneau es un fuerte promotor y defensor por el respeto de su pueblo haitiano y hace una comparación con el comportamiento de sus coterráneos con los extranjeros. “El pueblo haitiano es un pueblo muy educado y respetuoso y ellos dan muchos valores a los extranjeros”, puntualiza.

Es el presidente de la Organización Socio Cultural de los Haitianos en Chile, OSCHEC, con tres años de existencia y cuya misión es la integración social de los haitianos en Chile y luchar para cambiar la imagen negativa que tienen los chilenos hacia los haitianos y mostrar la verdadera cara del país; mostrando su cultura, su tradición y su historia y lo que son capaces de hacer.

Es una realidad que los haitianos en Chile sufren de abusos por parte de la sociedad en general, además que su país no tiene convenios con Chile, lo que hace que convalidar sus carreras profesionales en el país es un procedimiento para nada sencillo.

Los haitianos en Chile deben realizar sus trámites de revalidación o convalidación de títulos en la Universidad de Chile. Lo más difícil de este proceso es la evaluación que la universidad chilena realiza de su curriculum académico. Deben realizar cursos o prácticas profesionales adicionales para obtener la equivalencia del título chileno.

Es por esto, que se pueden ver muchos profesionales como médicos, enfermeras, periodistas entre otras, desempeñando labores muy distintas, no calificadas y sobre todo…mal pagas.

“La mayoría de los haitianos en Chile son de alta vulnerabilidad, diría que un 80% que trabajan en la construcción en los servi centros, las estaciones de bencina, hoteles, restaurantes son mal pagos…trabajos que muchos chilenos no hacen. Los haitianos que trabajan en la construcción, muchos de ellos hacen trabajos de maestros, pero con diferencia de remuneración por el hecho de ser extranjeros. El pueblo chileno, la mayoría de ellos están sin educación. Hacer una carrera en una Universidad o tener un título no significa educación. Estoy hablando de educación normal moral” - nos comenta en su aún dificultoso español.

¿Los haitianos consiguen mejorar la calidad de vida en Chile? – quisimos indagar y nos contesta que que “algunos haitianos sí consiguen calidad de vida en Chile, pero para muchos de ellos, la mayoría, no consiguen mejor calidad de vida sino solamente conseguir fuentes de trabajo. Muchos de ellos viven 4 en una habitación donde también ahí cocinan; realidad distinta a Haití.

La mirada del mundo 

“No es sólo los latinoamericanos sino el mundo en general que no ve a Haití tal como es. Haití no es un país pobre, la tierra tampoco es pobre, el pueblo tampoco es pobre”.

Nuestro invitado con mucha seguridad nos explica por qué su país durante muchos años vive una crisis económica, explicando tres razones fundamentales: la colonización francesa; que por muchos años se aprovechó de sus recursos, la ayuda que tuvo a Haití con la independencia de otras naciones lo que les ocasionó un bloqueo económico de muchos años y, por último, la clase élite, la cual actualmente vive y maneja al país.

Es por eso que la misión de Adneau es terminar su carrera en Chile, irse para Francia a hacer un Postgrado y regresar a su país para ayudar a cambiar de alguna manera el sistema político. Por eso no quiso estudiar donde nació.

“Desde 1804 que somos una República, tenemos un sistema político muy enfermo y si me iba a una Universidad en Haití iban a ser mis profesores los mismos malos políticos. Me gusta mucho la teoría de Platón donde hay dos esclavos en una prisión pensando que lo oscuro era la realidad. Hay muchos políticos en Haití que hoy en día consideran que la manera de ellos actuar es la correcta. Es por eso que yo salgo fuera de mi país para entender y observar el mundo para luego ir a mi país”

Nueva Política

“Ojalá que haya una política social para los extranjeros. Hoy día si un político piensa que se puede trabajar en contra de la inmigración, está diciendo que va a trabajar en contra del propio chileno, porque muchos de los chilenos vinieron de inmigrantes o sino miren los distintos apellidos” dice Desinord escarbando en la historia chilena.

“Ni un solo país se puede desarrollar sin la inmigración, porque la inmigración es un aporte y también es un componente en la sociedad local. Muchos cubanos y colombianos por ejemplo están trabajando en la medicina, salvando muchas vidas todos los días y esas vidas son chilenas generalmente”

Es muy enfático al decir que los extranjeros merecen los mismo respeto que cualquier nacional “Nosotros pagamos agua, luz, transporte e impuestos tal como los chilenos teniendo mano de obra muy barata”

Adneau Desinord tiene muy clara su misión: prepararse académicamente en Chile y Francia para ayudar desde su raíz a su nación, la cual extraña, quiere, valora y donde quiere que su pequeña hija crezca.

“Extraño mi familia, mis mejores amigos, mi gente. Uno se siente del todo bien cuando está en su tierra. En abril pasado estuve ocho días en Haití y me sentí muy bien. Era mi obligación regresar, pero era un dolor”.