“Soy Carmen, vine a Chile hace 3 años con mi esposo; él no es narcotraficante ni yo prostituta”. Este es uno de los cientos de mensajes que se generó a través de las redes sociales tras un episodio de discriminación y xenofobia del programa Morandé con Compañía, donde se hacía una parodia a la mujer colombiana residente en Chile.
La actriz que le dio vida al personaje, Belén Mora, mostró una caricatura de la mujer colombiana. La mostró como una mujer prostituta y narcotraficante.
Pensé varias veces si escribir esta columna o no, teniendo como referencia aquel viejo dicho colombiano que dice: “Al bagazo, poco caso”; teniendo en cuenta de dónde salió aquel comentario. Bagazo es aquel programa donde no se le puede pedir mucho porque está diseñado por, y para mentes poco inteligentes.
Bagazo, según la RAE, es el residuo que se genera después de exprimir una fruta. Y se usa para referirse despectivamente a quien te lanza un improperio. Es decir, no prestarle atención.
Sin embargo, al ver el gran dolor que generó y la campaña de rechazo de mis compatriotas, he decidido hacerle caso al bagazo.
Y no hay que ser muy inteligentes para darse cuenta que una gran mayoría de colombianos que vienen a Chile lo hacen para trabajar honradamente en rubros totalmente transversales. Así lo indican las cifras que muchas veces he citado.
También indican las cifras que sólo una muy minoría de extranjeros – entre ellos colombianos – vienen a delinquir. La mayoría de delitos los cometen los mismos chilenos.
¿Existe un grupo de trabajadoras sexuales extrajeras trabajando en Chile? La respuesta es sí. Pero, ¿no había prostitución en Chile? ¿Acaso fue un oficio inventado netamente por extranjeros? ¿Quiénes son los consumidores de aquella prostitución… Sólo extranjeros, o son los mismos chilenos?
No se engañe, hermano chileno, no se confunda: el hecho que la mayoría de mujeres colombianas – aquellas que no son “vendedoras de amor” -, se maquillen, pinten sus uñas, les guste salir a la calle con su mejor vestido, les guste exhibir sus pronunciadas caderas y en últimas se sienta la más linda en la calle, no quiere decir que sean prostitutas o que sean infieles. Hace parte de la cultura caribeña que las mujeres – incluso lo hombres – se “produzcan” más, quieran verse bien.
En lo personal, recibo de buena manera las disculpas brindadas por la actriz. Sin embargo, veo necesario que no las haga a través de Youtube, sino a través del mismo canal y en el mismo horario para mayor audiencia.
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